viernes, 16 de noviembre de 2012

Más de un siglo con efectos especiales

El stop motion y el stop trick se utilizan desde finales del siglo XIX con desconocidas películas.


Muchos creéis que los efectos especiales son cosa de pocos años hasta ahora, pero realmente existen hace mucho tiempo. Hace más de un siglo que se creó el primer efecto especial en el cine.  

Los efectos especiales son un conjunto de técnicas utilizadas en el mundo del espectáculo como el cine y la televisión, se utilizan para conseguir escenas que no se podrían obtener de otra forma, ya que son demasiado caros o peligrosas, como transformaciones, representaciones de seres inexistentes, explosiones, etc.

De una forma innovadora, el cineasta estadounidense Alfred Clark en 1895, utiliza por primera vez los efectos especiales en su película “Ejecución de María, Reina de los escoceses” en la que cuenta en aproximadamente un minuto la decapitación de la protagonista, para esto se usó el sistema stop motion. Este efecto fue tan real en ese momento que creó un gran asombro entre el público, llegando a creer algunos que la actriz había dado la vida por rodar la escena.

Stop motion es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de fotografías estáticas. Otros ejemplos que podéis ver son las películas de Segundo se Chromón, “La casa encantada” (1906) y “El hotel eléctrico” (1908)



Mientras Georges Méliès grababa el tráfico de París su cámara se atascó accidentalmente, la cual dejó de grabar, hasta que el cineasta consiguió arreglar su mecanismo. Más tarde cuando proyectó la película se dio cuenta que el bus que había en la imagen se transformó en un coche fúnebre, quedando completamente atónito. Está técnica dio lugar al Stop trick.

La película del cineasta francés Georges Méliès, “El sueño de un astrónomo” (1898) nos muestra este efecto, personajes y objetos aparecen y desaparecen como por arte de magia.



“Sherlock Holmes Baffled” (1900) primera adaptación cinematográfica conocida del libro del detective escrito por Arthur Conan Doyle. En la película un ladrón puede aparecer y desaparecer a voluntad mientras roba una serie de objetos a Holmes, por lo cual todos los esfuerzos de capturarlo fracasan.

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